Voy a tratar de hablar de esta película de la forma más imparcial posible. Danny Boyle es uno de mis cinco directores preferidos, y casi todo lo que hace me parece notable. Es imposible no ser un poco tendencioso, ya que desde que debutó en el cine con Tumba al Ras de la Tierra (Shallow Grave, 1994) -clásico británico de culto-, su estilo audaz y videoclipero lo convirtió en un director para tener en cuenta. Y obviamente yo no podía mantenerme ajeno a ese cóctel, que nos entregó -entre otras cosas- Trainspotting (1996), 28 Days Later (2002) o Slumdog Millionaire (2009).
Su última incursión en el cine fue 127 Horas, una historia que en principio no me atraía en lo más mínimo ya que a pesar de ser anunciada como "una historia real" (que de hecho lo es) no le veía ningún atractivo. Sin embargo, y gracias a Youtube -God save Youtube- pude ir viendo de qué la iba este filme, e inevitablemente me ganó de mano.
127 Horas es la historia de Aron Ralston, un muchacho aventurero de esos que no le temen a nada ni a nadie, en otras palabras, un Weimbaun de MDQ versión yanqui. La historia cuenta que este muchacho, allá por el año 2003, salió de su casa rumbo a una aventura extrema por un cañón de Utah y no le avisó a nadie hacia dónde iba. La jugada le sale mal, y desafortunadamente queda atrapado en el cañón en una cuña de muy difícil acceso por una roca de gran tamaño que le aprisiona el brazo derecho. En principio puede sonar como un chiste, pero así fue la cosa. A partir de ese incidente, comienza la película, que no es más que una historia de cómo Aron pasó cinco días atrapado ahí, a la intemperie, con escasas provisiones y dos alternativas extremas: quedarse allí y aguardar su muerte, o salir por cualquier medio.
La película cuenta con una soberbia interpretación de James Franco (Harry, el amigo de Spiderman), que prácticamente se lleva la mayor parte del metraje, pues de él se trata la historia. Luego, mediante flashbacks, vamos viendo fragmentos de la vida de Ralston que en líneas generales completan la historia.
Danny Boyle vuelve a ofrecer una magistral dirección, en este caso sin tanto frenetismo (como en Slumdog Millionaire) pero con una dinámica increíble para lo estático que podría llegar a ser el desarrollo de esta historia. En 127 Horas vuelve a contar con la colaboración de A.R. Rahman en la música, y Anthony Dod Mantle en Fotografía, grandes responsables de la estética en películas anteriores de Boyle. Los 94 minutos que dura 127 Horas podrían sobrar y resultar terriblemente aburridos, pero si se tiene alguna duda al respecto, no hay más que mirarla y darse cuenta al final de que los prejuicios son totalmente infundados cuando se trata de Danny Boyle.
Conclusión: una gran película, fuerte, explícita, y no recomendable para estómagos débiles, pero que dejará satisfechos a todos por igual.
ORIGEN: USA / Reino Unido
DIRECCIÓN: Danny Boyle
INTÉRPRETES: James Franco, Kate Mara, Amber Tamblyn
DURACIÓN: 94 minutos
CALIFICACIÓN: MUY BUENA
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