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No me gustan las precuelas. Me parecen una excusa barata para colgarse de un (gran) éxito pasado, tratando de aportarle algo a una historia que ya quedó en el imaginario popular. Por lo general ponen como excusa el hecho de que quieren "indagar" un poco más en la psiquis del asesino (en el caso de que lo hubiera, como por ejemplo en un Hannibal Lecter) y ver por qué se convirtió en lo que se convirtió. Hay miles de ejemplos más, como las Star Wars del nuevo milenio, que, errores de apreciación y concepción mediante, nos hacen querer cada vez más aquellas antiguas películas.En el caso de la que para mí es una de (sino LA) las mejores películas de terror de todos los tiempos, como lo es El Exorcista (The Exorcist, 1973), su precuela no hace más que confirmar los prejuicios que generalmente tengo con esta clase de cosas.Dominion (o ese título largo y molesto de "...el Comienzo, la versión prohibida..."), es un desastre. Está bien, si leemos un poco y averiguamos sobre los problemas que tuvo que atravesar la filmación, es entendible semejante resultado. Pero no se puede manchar una historia tan buena con algo así.Allá por el 2004/2005 se decidió hacer la precuela de El Exorcista, aquella historia creada por William Peter Blatty adaptada por él mismo a la pantalla grande, y dirigida por un grande como William Friedkin, responsable entre otras cosas por clásicos del cine como Contacto en Francia (The French Connection, 1971). Protagonizada por Linda Blair en el papel de la niña poseída, el elenco se completaba con muy buenos actores de la talla de Max von Sydow, Ellen Burstyn y Jason Miller. Para hacer la mencionada precuela se contrató a un director no muy conocido (al menos para la mayoría) llamado Paul Schrader. Cuenta la historia que una vez terminada la filmación, el estudio no estaba conforme con el corte final del film, por lo que le sugirieron a Schrader hacer algunos cambios sustanciales en la historia. Schrader se negó, desde luego, lo que hizo que después de tantas idas y venidas el proyecto se cancelara. En su lugar contrataron a un muy criticado y bastardeado director como Renny Harlin, responsable de grandes fiascos cinematográficos en los últimos 20 años. En lo personal, lo único bueno que le conozco a Harlin es Duro de Matar 2 (Die Hard 2, 1990), y algo decente como Riesgo Total (Cliffhanger, 1993).La cuestión es que ¡hicieron toda la película de nuevo! y la estrenaron en el 2004 bajo el nombre de Exorcista: El Comienzo (The Exorcist: The Beginning). Fue un fracaso estrepitoso. Al año siguiente, decidieron finalmente desempolvar la versión de Schrader y también fue estrenada. Otro fracaso. La única crítica buena que tuvo esta fue la de Blatty, que dijo que esta versión no le había disgustado tanto como la otra.Lo cómico de todo esto es que ambas películas se prestan para la confusión, ya que el protagonista, Stellan Skarsgard, hace ¡el mismo papel en las dos!¿Por qué es mala? Primero que nada, la historia. De la forma en que fue concebida, no aporta mucho a lo conocido. Segundo, la realización. La película arranca bien, pero sobre la mitad se hacen evidentes los problemas de presupuesto y de filmación, y el resultado es lamentable, como por ejemplo unas hienas hechas digitalmente que caminan en el aire, o una vaca que muere ¡digitalmente!, que un chico de primaria podría haberlo hecho mejor. Son patéticas ambas cosas. Después tenemos al muchacho poseído, que habla en inglés pero mueve la boca como si hablara en sefaradí, ya que el actor es ¡filipino! y no sabía hablar inglés.Podrían enumerarse miles de cosas más, pero no vale la pena. Es un sinsentido general, el terror no existe, y da pena.Conclusión: evitable, y si se la vio, olvidable. Un insulto a la gran historia de terror que nos dio el cine.ORIGEN: USADIRECTOR: Paul SchraderINTÉRPRETES: Stellan Skarsgard, Gabriel MannDURACIÓN: 117 minutosCALIFICACIÓN: MALA
En el día de su cumpleaños, dedicaremos un post especial a este genial director que cambió sustancialmente la forma de ver el cine.Guionista, productor y director, a lo largo de su prolífica carrera ha cruzado por casi todos los géneros, y vaya si lo hizo con éxito. Podría decirse que es el "Rey del Pochoclo", ya que es el paradigma del cineasta exitoso que no para de hacer obras hipertaquilleras, pero seamos justos y dejémosle ese título a Michael Bay, que en materia de calidad está por debajo de Spielberg.Comenzó su carrera cinematográfica a fines de los '60, haciendo algunos cortos y capítulos de series de TV, hasta que en 1975 entró por la puerta grande del cine con Tiburón (Jaws, 1975). Esta película, que estuvo a punto de ser cancelada por problemas de presupuesto y por problemas de la filmación en sí, fue realizada con apenas 7 millones de dólares, pero multiplicó exponencialmente sus ganancias al convertirse en un súper éxito de taquilla y de crítica, para luego devenir en continua referencia de las listas de Mejores Películas de todos los tiempos.Subido al caballo del éxito, Spielberg rechazó ofertas para dirigir la nueva versión de King Kong y de Superman, en pos de realizar Encuentros Cercanos del Tercer Tipo (Close Encounters Of The Third Kind, 1977), una película considerada por algunos como "rara" dentro de su filmografía, pero que también fue un éxito de público y de crítica. Ya con dos éxitos a cuestas, en el año 1979 filmó la ambiciosa película 1941, que resultó ser el primer fracaso de Spielberg.En este punto podría haberse augurado un final para su carrera similar al de Michael Cimino, que luego de ganar miles de premios y ser considerado un gran director por su film El Cazador (The Deer Hunter, 1978) se dedicó a hacer fracasos cinematográficos castigados duramente por la crítica, en especial con la película La Puerta del Cielo (Heaven's Gate, 1980), que seguramente comentaré en la sección "Desastres Cinematográficos". Pero no. Spielberg decidió que no había tenido suficiente y fue por más. Y marcó un hito en la historia del cine, creando uno de los personajes más emblemáticos como lo fue Indiana Jones, en Los Cazadores del Arca Perdida (Raiders Of The Lost Ark, 1981), en colaboración con otro director muy exitoso por esos tiempos, George Lucas. Al año siguiente, 1982 para ser más exactos, dirigió una película que no sólo fue exitosa en la taquilla y en la crítica, sino que puede ser nombrada como una de las piedras fundacionales de la infancia de cualquier niño: E.T. El Extraterrestre.Entre 1982 y 1985 se dedicó a producir algunas películas que fueron muy exitosas por esa época, como por ejemplo Poltergeist (1982). En el medio mechó Indiana Jones y El Templo de la Perdición (Indiana Jones and the Temple of the Doom, 1984), quizás la más dura y sangrienta de la saga, y no tan exitosa, pero como sabemos, "poco exitoso" en el lenguaje de Spielberg puede seguir siendo mucho para algunos.En 1985 hizo El Color Púrpura (The Colour Purple), gran éxito de crítica y taquilla, El Imperio del Sol (The Empire of the Sun, 1987) con un jovencísimo Christian Bale en el rol protagónico y ya hacia el final de la década incursionó en el drama romántico con Siempre (Always, 1989) donde finalmente el éxito le daría la espalda. Pero fue por más, y nos entregó Indiana Jones y la Última Cruzada (Indiana Jones and The Last Crusade, 1989), a mi gusto, la mejor de todas.En 1991 dirigió la no tan exitosa Hook, pero volvería a llamar la atención mundial con la adaptación de la novela de Michael Crichton Parque Jurásico (Jurassic Park, 1993). Con sus excelentes efectos especiales de avanzada, marcó otro hito en la historia. Jurassic Park entró en la categoría de las películas más taquilleras de la historia rozando los 1.000 milones de dólares de recaudación. Ahora bien, ya lo había logrado todo. O casi. ¿Qué más podía conquistar Spielberg?Una vez leí por ahí que hasta ese momento Spielberg era un gran director, pero que le faltaba conquistar el terreno de las películas "serias". Y hacia allá fue. Decidió incursionar en ese género nada más ni nada menos que con un drama ambientado en la Segunda Guerra Mundial, y tocando un tema delicado como el Holocausto. Y Spielberg lo hizo. Con La Lista de Schindler (The Schindler's List, 1993), Spielberg se recibió de director serio ganando un Oscar a Mejor Director además del de Mejor Película.Luego se tomaría unas "vacaciones" como director, y no volvería a sentarse en su silla hasta 1997 cuando decidió filmar la muy floja secuela de Jurassic Park, El Mundo Perdido (The Lost World). Se ve que en el tiempo que había estado alejado se había oxidado, el amigo Steven, ya que ese mismo año dirigiría otra película que pasó desapercibida como lo fue Amistad.Sin embargo, se reivindicó y volvió con todo con una de las mejores películas de guerra de todos los tiempos. Otra vez durante la Segunda Guerra Mundial, pero esta vez todo fue más grande e impresionante. Rescatando al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998) se hizo acreedora de 5 Oscars (no así el de Mejor Película, que se lo llevó Shakespeare Apasionado...) y fue un éxito arrollador. Todo esto en base a grandes actuaciones, como por ejemplo la de Tom Hanks y a una magnificencia visual difícilmente vista. Spielberg hizo escuela con la imponente secuencia inicial del desembarco en Normandía, donde durante 20 minutos somos testigos de cómo se debe dirigir una película de estas características.Ya en el nuevo milenio, Spielberg alternó películas de ciencia ficción con dramas, con éxito dispar. Inteligencia Artificial (AI, 2001), la aclamada Minority Report: Sentencia Previa (Minority Report, 2002), Atrápame si Puedes (Catch Me If You Can, 2002), la no tan bien recibida La Terminal (The Terminal, 2004), La Guerra de los Mundos (War of the Worlds, 2005) y Munich (2005), para cerrar con la cuarta parte de la saga Indiana Jones, como lo fue Indiana Jones y El Reino de la Calavera de Cristal (Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull, 2008), que significó un regreso al viejo cine de aventuras, aunque sin la mística de otros tiempos.¿Que nos deparará el futuro con Steven Spielberg? Por lo pronto, junto a Peter Jackson está preparando la saga de Las Aventuras de Tintin y un proyecto llamado Interestellar para el 2013.Quizás no sea mi director preferido, pero que es un grande, es un grande. Steven Spielberg ha logrado trepar hasta el Olimpo del mundo cinematográfico, y nadie va a poder quitarlo de allí. De eso no hay dudas.
Terminator Salvation me genera sentimientos encontrados. Soy un gran fanático de las dos primeras (en especial la segunda), y soy capaz de recordarlas cuadro por cuadro, e incluso citar algunas de sus líneas de memoria. Diría que las llevo en mi ADN, y le voy a estar agradecido de por vida al gran James Cameron.Fue capaz de crear una historia sobre viajes en el tiempo, predicciones apocalípticas, máquinas asesinas, humanos que van a encabezar la resistencia contra las máquinas y demás combinando un pulso narrativo notable con increíbles escenas de acción así como efectos especiales que marcaron un hito en la historia del cine.Después del desastre que supuso la tercera parte, Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas (2003), que obviamente para mí no existe y todo fanático de las dos primeras que se precie de serlo debería olvidarla, me enteré que una cuarta estaba en proceso. ¿Cómo responder a esto? A ver. Por un lado, un buen reparto, y una buena suma de dinero puesta al servicio de la historia. Por otro lado, el guión caía en las manos de un tal Brancato y un tal Ferris, cuyos antecedentes eran el thriller "sobre las computadoras" La Red (The Net, 1995), la mencionada parte 3 de Terminator, una película de terror que nadie debe haber visto, Primeval (2007), y lo peor de todo... Gatúbela (Catwoman, 2004).Para rematarla, la dirección estaba a cargo de McG, aquel que hiciera Los Ángeles de Charlie en el 2000 y 2004. Ya que estas dos películas no las podía tomar en serio, escarbé en mi memoria y recordé que también fue el responsable por una serie que me gustaba mucho allá por el 2002 y 2003, llamada Fastlane, una suerte de División Miami de esta década donde las mujeres lindas, autos impresionantes y un gran estilo "videoclipero" la hacía muy entretenida. Del resto, no hay mucho más para decir.Y bueno, la película se hizo, se estrenó y le fue bastante bien en la taquilla. No así con la crítica, que no la trató del todo bien.
El tema acá es que a Terminator Salvation se la puede dividir en dos: por un lado tenemos a la parte visual, con los efectos y todo lo que esto incluye, y por otro lado tenemos a la historia en sí.
Desde el punto de vista visual, hicieron un muy buen trabajo, crearon un mundo post-apocalíptico con ciudades devastadas, crearon grandes máquinas exterminadoras, grandes explosiones, y el mencionado estilo videoclipero le confirió al film una dinámica interesante.
Por el lado de la historia viene el problema. Los responsables del film tiraron toda la carne al asador y supieron cómo manejar los recursos visuales pero cuando llegó a la historia se quedaron cortos de imaginación e hicieron lo que pudieron. Todo bien, cuando de viajes en el tiempo se trata, y cuando metemos cosas que suceden en el futuro que luego son llevadas al presente, siempre se encuentra la salida fácil de decir que lo que se muestra es un universo alternativo a lo que se suponía que debía pasar. Pero en general la historia que concibieron para este film no le llega ni a los talones... ¡ni viento le hace! a aquella concebida por James Cameron.El reparto está bastante bien, salvo por Christian Bale no hay actores de renombre sino un grupo de actores que en un futuro los veremos seguramente en películas de este estilo (uno de los protagonistas, Sam Worthington, va a tener un rol muy importante en Avatar, la película de James Cameron que se estrenará en 2010). También cabe mencionar que hay ciertos guiños que hacen referencia a las anteriores, como un pie pisando un cráneo en primer plano (marca registrada de Cameron), "You Could Be Mine", de los Guns and Roses, que fue una de las tantas perlas que tuvo Terminator 2 (1991), y la aparición de Arnold Schwarzenegger... ¡digital! (¿era necesario, muchachos? Todo bien, eh, pero...).Para cerrar, sólo queda decir que dejen las cosas como están, y no se calienten en hacer la 5 y la 6.Conclusión: entretenida, e impactante visualmente... aunque mi corazón está todavía despidiendo a Terminator en la fundición en el final de la 2.ORIGEN: USADIRECTOR: McGINTÉRPRETES: Christian Bale, Sam Worthington, Anton YelchinDURACIÓN: 118 minutosCALIFICACIÓN: BUENA (-)
Definitivamente, Quizás es una película pequeña. De hecho, en nuestro país no se estrenó en cine sino que fue directo a DVD, sin tener la posibilidad de mostrar en la pantalla grande una historia agradable.La historia trata de cómo Ryan Reynolds (a pesar de que no lo soporto en esta película cumplió bien) le cuenta a su pequeña hija (la ascendente Abigail Breslin) la historia de los tres grandes romances de su vida mientras está en pleno proceso de divorcio. Simplemente eso, no buscan nada más. El film se desarrolla mediante una regresión a principios de los '90 para luego culminar en nuestros días. Son tres relaciones diferentes, con matices y desventuras distintas, y Reynolds le propone un pequeño juego a su hija para que adivine cuál de las tres historias es la que representa el romance con la madre de la pequeña.Las parejas en cuestión son Rachel Weisz (por fin alejada por un rato de esos papeles intelectuales), Elizabeth Banks e Isla Fisher (aquella que hiciera de ninfómana desquiciada en Los Rompebodas). Cada una cumple a su medida, dentro de sus capacidades actorales. Se cae de maduro que esto no es Z, de Costa-Gavras, así que no les vamos a pedir grandes performances. Cumplen y punto.Si hiláramos fino y tratáramos de buscarle las fallas, de seguro las encontraríamos, pero ni hay que molestarse en eso. Hay que sentarse a verla para pasar un buen rato y a otra cosa. Ideal para verla un sábado a la tarde cuando no tenemos nada que hacer.Conclusión: entretenida y agradable.ORIGEN: USA / Reino UnidoDIRECTOR: Adam BrooksINTÉRPRETES: Ryan Reynolds, Rachel Weisz, Abigail BreslinDURACIÓN: 112 minutosCALIFICACIÓN: BUENA
Qué película rara esta. Hace unos cuantos meses, cuando había visto el trailer, me había llamado la atención algo en particular: el desprecio que generaba en el personaje de Colin Farrell la ciudad del título, y lo bizarro que parecía el enfrentamiento entre el susodicho y Ralph Fiennes. Pasaron meses hasta que me decidí y la vi. Sabia decisión.
Escondidos en Brujas arranca con unas cuantas imágenes de la ciudad en cuestión y una voz de fondo que dice "Is a shithole" (trad: "esta ciudad es una mierda"). ¿Por qué? No lo sabemos. En los primeros cinco minutos de película presenciamos una conversación entre Colin Farrell y Brendan Gleeson, donde este trata de que el otro le diga por qué odia tanto a la ciudad. Más adelante nos vamos enterando de por qué están ahí.
Durante los primeros 20-25 minutos, creemos que estamos en presencia de una comedia. Los diálogos son hilarantes, las situaciones que se suceden son extrañas pero a la vez muy cómicas y hay algunas perlas del guión que no se pueden pasar por alto. Como por ejemplo, la relación de amistad que entabla el personaje de Colin Farrell con un ¡enano adicto al anestésico para caballos! que a su vez es actor de una película muy bizarra que está siendo filmada en la ciudad, y que se la pasa diciendo "sí, pero no es mi culpa" cada vez que le preguntan si es norteamericano.
Ya pasada la media hora de película, entramos en el verdadero motivo de por qué Colin Farrell actúa como actúa, y por qué está tan deprimido que quiere suicidarse. A su vez, Brendan Gleeson trata de hacer todo lo posible por evitar esto mientras se debate si cumplir con su trabajo o no y ¡hacer turismo!
Ya sobre las 3/4 partes del film, aparece la frutilla del postre: el personaje de Ralph Fiennes, un asesino a sueldo dispuesto a ajustar cuentas, eso sí, con un código moral que cumple a rajatabla y conductas de padre ejemplar. Un personaje siniestro, pero que a la vez nos arranca más de una sonrisa.
Imperdibles:
- La escena donde drogados, Colin Farrell y Brendan Gleeson debaten con el enano y dos prostitutas cómo sería una guerra de razas: blancos contra negros, enanos blancos contra enanos negros, y de qué lado pelearían las otras razas, mientras Colin Farrell agradece ser irlandés.
- La escena donde Ralph Fiennes va a buscar un arma a la casa de un contacto en Brujas: este le ofrece una Uzi, a lo que Ralph Fiennes le responde: "yo no vengo del sur de Los Ángeles, y no vine hasta aquí a dispararle a veinte negros de diez años en la puerta de una casa. Quiero una pistola normal para una persona normal."
- Como dato curioso: la palabra "fuck" y sus derivados es dicha más de 100 veces durante la película.
Como bien dije arriba, el guión es excelente. Muy bien manejado, con un humor muy particular pero extremadamente efectivo, que incluso nos hace reír cuando no quisiéramos. Lástima que haya pasado tan desapercibida por nuestras salas, pero afortunado soy de haberla encontrado.
Conclusión: una de criminales en Brujas, que termina siendo una comedia negra disparatada y entretenida.
ORIGEN: Reino Unido / USA
DIRECTOR: Martin McDonagh
INTÉRPRETES: Colin Farrell, Brendan Gleeson, Ralph Fiennes
DURACIÓN: 107 minutos
CALIFICACIÓN: MUY BUENA