Terminator Salvation me genera sentimientos encontrados. Soy un gran fanático de las dos primeras (en especial la segunda), y soy capaz de recordarlas cuadro por cuadro, e incluso citar algunas de sus líneas de memoria. Diría que las llevo en mi ADN, y le voy a estar agradecido de por vida al gran James Cameron.
Fue capaz de crear una historia sobre viajes en el tiempo, predicciones apocalípticas, máquinas asesinas, humanos que van a encabezar la resistencia contra las máquinas y demás combinando un pulso narrativo notable con increíbles escenas de acción así como efectos especiales que marcaron un hito en la historia del cine.
Después del desastre que supuso la tercera parte, Terminator 3: La Rebelión de las Máquinas (2003), que obviamente para mí no existe y todo fanático de las dos primeras que se precie de serlo debería olvidarla, me enteré que una cuarta estaba en proceso. ¿Cómo responder a esto? A ver. Por un lado, un buen reparto, y una buena suma de dinero puesta al servicio de la historia. Por otro lado, el guión caía en las manos de un tal Brancato y un tal Ferris, cuyos antecedentes eran el thriller "sobre las computadoras" La Red (The Net, 1995), la mencionada parte 3 de Terminator, una película de terror que nadie debe haber visto, Primeval (2007), y lo peor de todo... Gatúbela (Catwoman, 2004).
Para rematarla, la dirección estaba a cargo de McG, aquel que hiciera Los Ángeles de Charlie en el 2000 y 2004. Ya que estas dos películas no las podía tomar en serio, escarbé en mi memoria y recordé que también fue el responsable por una serie que me gustaba mucho allá por el 2002 y 2003, llamada Fastlane, una suerte de División Miami de esta década donde las mujeres lindas, autos impresionantes y un gran estilo "videoclipero" la hacía muy entretenida. Del resto, no hay mucho más para decir.
Y bueno, la película se hizo, se estrenó y le fue bastante bien en la taquilla. No así con la crítica, que no la trató del todo bien.
El tema acá es que a Terminator Salvation se la puede dividir en dos: por un lado tenemos a la parte visual, con los efectos y todo lo que esto incluye, y por otro lado tenemos a la historia en sí.
Desde el punto de vista visual, hicieron un muy buen trabajo, crearon un mundo post-apocalíptico con ciudades devastadas, crearon grandes máquinas exterminadoras, grandes explosiones, y el mencionado estilo videoclipero le confirió al film una dinámica interesante.
Por el lado de la historia viene el problema. Los responsables del film tiraron toda la carne al asador y supieron cómo manejar los recursos visuales pero cuando llegó a la historia se quedaron cortos de imaginación e hicieron lo que pudieron. Todo bien, cuando de viajes en el tiempo se trata, y cuando metemos cosas que suceden en el futuro que luego son llevadas al presente, siempre se encuentra la salida fácil de decir que lo que se muestra es un universo alternativo a lo que se suponía que debía pasar. Pero en general la historia que concibieron para este film no le llega ni a los talones... ¡ni viento le hace! a aquella concebida por James Cameron.
El reparto está bastante bien, salvo por Christian Bale no hay actores de renombre sino un grupo de actores que en un futuro los veremos seguramente en películas de este estilo (uno de los protagonistas, Sam Worthington, va a tener un rol muy importante en Avatar, la película de James Cameron que se estrenará en 2010). También cabe mencionar que hay ciertos guiños que hacen referencia a las anteriores, como un pie pisando un cráneo en primer plano (marca registrada de Cameron), "You Could Be Mine", de los Guns and Roses, que fue una de las tantas perlas que tuvo Terminator 2 (1991), y la aparición de Arnold Schwarzenegger... ¡digital! (¿era necesario, muchachos? Todo bien, eh, pero...).
Para cerrar, sólo queda decir que dejen las cosas como están, y no se calienten en hacer la 5 y la 6.
Conclusión: entretenida, e impactante visualmente... aunque mi corazón está todavía despidiendo a Terminator en la fundición en el final de la 2.
ORIGEN: USA
DIRECTOR: McG
INTÉRPRETES: Christian Bale, Sam Worthington, Anton Yelchin
DURACIÓN: 118 minutos
CALIFICACIÓN: BUENA (-)
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