lunes, 11 de enero de 2010

Las Muñecas Rusas (Les Poupées Russes, 2005)



Cuando retomamos este blog en octubre del año pasado, lo reabrimos con una crítica de aquella agradable película francesa llamada Piso Compartido, del 2002. La misma tenía un final abierto, lo que prometía una secuela en el futuro. Dicha secuela tuvo su estreno en el año 2005 bajo el título Las Muñecas Rusas (Les Poupées Russes), con igual resultado que la anterior.

Las Muñecas Rusas retoma la vida del protagonista de la anterior, el joven francés llamado Xavier, y sus aventuras por Europa de la mano de sus excéntricos amigos extranjeros. Si en Piso Compartido todo era sobre la juventud y conocer nuevos mundos y nuevos amigos y vivir experiencias inolvidables, Las Muñecas Rusas se pone algo más "seria" ya que aborda la famosa crisis de los 30 que nuestros personajes sufren. Porque ya pasaron casi 5 años de aquella experiencia conjunta, y ahora todo se trata sobre enfrentar los desafíos de la vida.

En esta ocasión Xavier (Romain Duris) ya es un escritor totalmente dedicado. Realizó un par de trabajos para televisión escribiendo guiones basados en historias románticas "de las que le gusta al público en general" y alguna que otra autobiografía de alguna que otra celebridad. Mientras hace esto, su vida transita por los caminos de compartir ciertos momentos de su vida junto a su ex novia Martine (Audrey "Amelie" Tautou), que ahora tiene un hijo, y su amiga lesbiana, y deambula de relación en relación mientras su abuelo le pide insistentemente que le presente a su novia.

A lo largo de la historia -contada de nuevo a través de constantes flashbacks, imágenes superpuestas y la pantalla dividida- vemos cómo Xavier retomará de una forma muy especial su amistad con la inglesita Wendy (Kelly Reilly) y volverá a reunirse junto a sus viejos amigos en nada más ni nada menos que la ciudad de San Petersburgo, en ocasión de la boda del hermano de Wendy, que conoció a una bailarina de ballet rusa.

El director, de nuevo Cedric Klapisch, realiza una especie de autobiografía con un claro estilo videoclipero (al estilo Danny Boyle o Guy Ritchie) donde nos demuestra que para el romance no existen las barreras idiomáticas ni las distancias. En Las Muñecas Rusas, podría decirse que Klapisch apela un poco más a las emociones que al sentido aventurero del espectador, pero no por eso se trata de un drama meloso ni mucho menos. La fotografía es muy buena, y es admirable el uso de las locaciones para contar la historia. Historia que no decae -a pesar de algunos momentos en los que pareciera que sí- y que parece confirmar el muy buen pulso narrativo de este director.

Quizás podría criticársele el hecho de que nuestro protagonista tiene suerte -mucha suerte- ¡ya que todas las mujeres que le tocan están muy buenas! y en el mundo real eso no pareciera ser cierto... pero por otro lado nos demuestra que el resto de los mortales tenemos las mismas chances. Xavier gana por lo que es... y no precisamente por ser Josh Hartnett.

Conclusión: una muy agradable película que nos hace esperar con ganas una tercera parte, si es que la va a haber. Muy recomendable.

ORIGEN: Francia / Reino Unido
DIRECTOR: Cedric Klapisch
INTÉRPRETES: Romain Duris, Audrey Tautou, Kelly Reilly
DURACIÓN: 126 minutos

CALIFICACIÓN: MUY BUENA (-)


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