lunes, 30 de noviembre de 2009

Los Secretos del Poder (State Of Play - 2009)


Para empezar, voy a decir que Los Secretos del Poder (State of Play, 2009) es una película a la que no le tenía mucha fe que digamos. Cuando vi que era un thriller político, pensé que me iba a aburrir. Pero por suerte estaba equivocado. Basada en una miniserie inglesa del año 2003, cuenta la historia de un periodista, interpretado magistralmente por Russell Crowe (uno de esos actores que puede hacer lo que sea y lo hace bien), que debe investigar la muerte de la amante de un congresista (Ben Affleck) envuelto en una investigación de una poderosa corporación. La premisa no era muy prometedora, pero el nivel de suspenso que se logra, y la forma en que se desarrolla la historia hace que uno no sepa hasta el último minuto qué es lo que realmente pasó.
El trabajo de fotografía es impecable. Y el director, Kevin McDonald (un completo desconocido para mí), supo dónde poner exactamente la cámara, para lograr crear los climas perfectos.
Con respecto al casting, los ya mencionados Crowe y Affleck (parece que su carrera finalmente resucitó luego del paso de JLo) están acompañados por un reparto de actores que cumplen muy bien con la parte que les toca. Rachel McAdams (sigue en la curva ascendente), Helen Mirren, Jeff Daniels y Robin Wright-Penn no desentonan para nada.
Interesante por donde se la mire, ágil y entretenida, remite a esas películas de suspenso de Alan Pakula que ya son clásicos del cine. Un placer.

Conclusión: una de las sorpresas del 2009.

ORIGEN: USA / Reino Unido
DIRECTOR: Kevin Mc Donald
INTÉRPRETES: Russell Crowe, Ben Affleck, Rachel McAdams
DURACIÓN: 127 minutos

CALIFICACIÓN: MUY BUENA

martes, 24 de noviembre de 2009

Jumper (2008)


A ver... podría empezar diciendo que esta película la podría haber puesto en la sección de "Desastres cinematográficos", pero no, reservémosle ese espacio a mi querido (por favor, notar mi cuota de sarcasmo) Eddie Murphy y tan sólo regalémosle un espacio en nuestra crítica. Cabe aclarar que el film que les voy a comentar no es una pésima película comparable con las de Ed Wood o Rodolfo Ledo, pero me ha provocado un mal humor tremendo.
Jumper es la historia de un muchacho X (Hayden "Soy de madera y sin embargo sigo actuando" Christensen, responsable de que odiáramos a Darth Vader no porque fuera malo sino por lo irritante que es este muchacho) que en su época de colegial adquiere el poder de teletransportarse adonde quiera. No pregunten cómo adquirió ese poder porque los responsables del film ni se calentaron en explicarlo. Tan sólo vemos cómo pasa de ser un niño abandonado por su madre, con un padre abusivo a ser un imbécil adulto y sin escrúpulos que aprovecha su habilidad para robar bancos y vivir la buena vida.
De repente, y de la nada, aparecen un grupo de tipos que se hacen llamar "Paladines" que lo quieren cazar (tampoco se sabe de dónde viene la rivalidad) comandados por un bizarrísimo Samuel L. Jackson con el pelo teñido de blanco.

Párrafo aparte para este señor. Ostenta el dudoso récord de ser el actor más taquillero de la historia. No es joda, es el actor cuyas películas sumaron la mayor cantidad de dinero en la historia del cine. Eso es algo que ni el gran Marlon Brando ni el híperexitosísimo Johnny Depp pudieron lograr. Lo cómico es que en algunos films Jackson no aparece más de 5 minutos, y está hecho. Yo diría que es como la mugre, está en todos lados.

Retomando, nuestro Jumper es perseguido y aparece otro muchacho de la misma edad que tiene las mismas habilidades, y juntos entran en el plan de "somos iguales pero diferentes, pero en algún punto decidimos juntarnos, cancherear, pelear contra los malosos y dominar el mundo". Este chico es cuestión es Jamie Bell, aquel muchacho que de chico la rompiera en Billy Elliot (2000) y que ni su capacidad logra salvar el film. Aparecen también la muy linda Rachel Bilson (que no puede despegarse de su adorable Summer Roberts de The O.C.), Diane Lane, el actor Clase B Michael Rooker y Kristen "Crepúscula" Stewart.

En fin, nada para destacar, ya que los primeros 45 minutos de película son una especie de paseo turístico por las ciudades del mundo, en una muestra de que lo que invirtieron para filmar en Roma y en el mismísimo Coliseo tenía que entrar sí o sí. El personaje principal no se desarrolla por completo, y lejos está del Nightcrawler de X-Men, que tenía los mismos poderes y fue mucho mejor aprovechado por Bryan Singer. Doug Liman, que había hecho un muy buen trabajo en Identidad Desconocida (2002 - la primera de las Bourne) acá le erró feo y terminó la película de repente antes de mandarse más macanas. Quizás gran parte de la responsabilidad por este horrible guión caiga sobre David Goyer, que lo único bueno que hizo en su vida fue el guión de Dark City (1998) y "colaborar" con los hermanos Nolan en la reinvención de Batman.

Conclusión: una película olvidable, que no deja nada, y que si los realizadores creían que podían dejar la puerta abierta para las secuelas, se equivocaron.

ORIGEN: USA
DIRECTOR: Doug Liman
INTÉRPRETES: Hayden Christensen, Jamie Bell, Samuel L. Jackson
DURACIÓN: 88 minutos

CALIFICACIÓN: REGULAR (-)

domingo, 22 de noviembre de 2009

500 Días con Ella (500 Days Of Summer - 2009)

Esta es la historia de un chico que conoce a una chica. Pero deberían saber de antemano que esta no es una historia de amor, sino una historia sobre el amor.

Así empieza 500 Días con Ella, la comedia romántica sensación del Festival de Cine de Sundance de este año, que yo tanto había esperado ver. Leí sobre ella y el éxito de público y crítica que había sido en EE.UU. y tuve una corazonada, que son esas corazonadas cinematográficas que me llevan a saber de antemano lo grosas que van a ser las películas y que por lo general terminan estando en lo cierto. Me pasó con Casino Royale (2006), Batman: El Caballero de la Noche (2008) y Slumdog Millionaire (2009), entre otras, y esta no fue la excepción.

500 Días con Ella cuenta la historia de un muchacho de veintipico, Tom, que creció escuchando música británica y creyendo que realmente sería feliz el día que conociera a la indicada, y de Summer, la chica en cuestión, que desde el divorcio de sus padres, cree que el amor no existe, así que no se preocupa por estar de novia sino por ser libre e independiente. Ambos se conocen en el trabajo cuando ella empieza a trabajar como secretaria y él sabe que ella es quien había estado esperando toda su vida. Pero la cuestión aquí es que la película está contada de una forma no lineal, y cada escena es introducida con un cartel que indica cuál de los 500 días que estuvieron juntos estamos viendo. Porque además, ya sabemos de antemano que se van a separar, y lo que sigue luego es la historia de por qué llegaron donde llegaron.

En el transcurso de la historia no podemos dejar de sentir cariño por Tom, y más aquellos que se sientan identificados con él. Es difícil ver cómo el se va enamorando más y más de ella, y saber que en el fondo nunca va a saber si lo que ella siente es real o no. ¿Tom se enamora de la verdadera Summer, o de la proyección que hace él de ella? Es difícil decirlo.

La película es bastante original, lejos de los clichés del género. He leído algunas críticas donde echan por tierra la originalidad del film, y quizás algo de razón tengan, ya que es muy poco probable ver en el cine de hoy películas que no tomen elementos de otras, y no todos son Christopher Nolan para hacer una Memento (2000), pero esta película se aleja de las convenciones de este tipo de films y si tomó algún elemento de otra lo colocó de una manera muy inteligente. Quizás esto radique en el hecho de que fue escrita por dos hombres (Scott Neustadter y Michael H. Weber), basados en la experiencia personal de uno de ellos, y lo que vemos es una historia de amor contada desde el punto de vista de un hombre. Es muy distinta a, por ejemplo, Diario de una Pasión (The Notebook, 2004).

El debutante Marc Webb hizo un muy buen trabajo en la dirección, la edición es excelente y la musicalización (un variado de The Smiths, Hall & Oates, Carla Bruni, Regina Spektor, entre otros) hace que cada escena sea un placer. Por el lado de los actores, Joseph Gordon-Levitt (que acostumbra a hacer papeles jugados en películas independientes) y Zooey Deschanel (hermosa por donde se la mire, inclusive con esa voz indescifrable que tiene) se lucen logrando una química bárbara. Los acompañan un grupo de ignotos actores secundarios que realmente le aporta mucho a la historia, dándole el toque de comedia necesario.

En definitiva, 500 Días con Ella es una prueba cabal de que no se necesitan grandes presupuestos y nombres convocantes para hacer una película inteligente, divertida y por momentos, emocionante. Préstenle atención a algunos diálogos que son muy ingeniosos y algunos que son devastadores, que obviamente no los voy a reproducir porque estaría revelando detalles del argumento. Para ellas es imperdible, para ellos también, siempre y cuando decidan sacarse el muro de hormigón que les protege el cuore.

Conclusión: la primera película romántica que hace que desbanque del primer lugar de mis preferencias a Love Actually. 10 puntos.

ORIGEN: USA
DIRECCIÓN: Marc Webb
INTÉRPRETES: Joseph Gordon-Levitt, Zooey Deschanel
DURACIÓN: 95 minutos
CALIFICACIÓN: EXCELENTE

martes, 17 de noviembre de 2009

Beauties del Cine: Rachel McAdams

Hoy voy a inaugurar esta sección haciendo un breve repaso por la carrera de esta hermosa actriz canadiense, a la cual jamás podré criticar por todo lo que me genera. Ya sé que suena mal, pero hay cosas en las que uno no puede ser objetivo.

Nacida en Canadá el 17 de noviembre de 1978 (feliz cumpleaños, Rachel), participó en algunas películas menores hasta que en el año 2004 saltó a la fama haciendo de enemiga de Lindsay Lohan (¿se acuerdan? hace algunos años alguien creyó que la carrera de la Lohan prometía) en la comedia para adolescentes Chicas Pesadas (Mean Girls), en un papel de teenage bitch que supo ganarse la simpatía de los espectadores. También ese mismo año se metería en los corazones de todos como Allie Hamilton, la sweet protagonista de Diario de una Pasión (The Notebook), adaptación de la azucarada novela del escritor Nicholas Sparks. El film fue un fenómeno en todo sentido (menos en la consideración de la crítica) e hizo que Rachel se volviera más famosa al comenzar un romance con el protagonista de la película, el siempre cumplidor Ryan Gosling. Así que en esa famosa escena, que podría resumir el sentimiento de la película, y es la tapa del DVD, parece que iba en serio la cosa, muchachos. Esto fue un simple agregado para la película (que obviamente me gustó), que, desde luego, no es para todas las audiencias. No creo que a los muchachos del puerto les vaya a gustar la película.
En el 2005 esta hermosura canadiense fue parte de la comedia-sensación del año, Los Rompebodas (Wedding Crashers) donde hacía del interés sentimental de Owen Wilson. En este film desplegó toda su hermosura y carisma, además de esa sonrisa impagable. Luego de este exitazo, filmó algunas películas menores (excepto por Vuelo Nocturno (Red Eye, 2005) donde compartió cartel con ese muy buen actor que es el británico Cillian Murphy bajo las órdenes de Wes Craven), y decidió tomarse un tiempo lejos de la actuación. En el camino rechazó papeles como el protagónico de Un Beso Más (The Last Kiss, 2006), adaptación de la película italiana L'Ultimo Bacio (2001) y el papel de Vesper Lynd en Casino Royale (2006), que luego cumpliría con creces la francesa Eva Green.
Ya en su vuelta a la actuación, apuntó a papeles más grandes como partenaire de Ben Affleck y el gran Russell Crowe en Los Secretos del Poder (State of Play, 2009) o Te Amaré por Siempre (Time Traveller's Wife, 2009), junto al australiano Eric Bana.
Quizás su carrera esté a punto de despegar definitivamente, ya que será protagonista junto a Robert Downey Jr. y Jude Law de la versión de Guy Ritchie (¿en su vuelta a los años de Snatch? Veremos.) de Sherlock Holmes, y se rumorea que estará en Spiderman 4, en un papel que seguramente volverá loco a más de uno.

Larga vida en la pantalla grande a esta belleza made in Canadá.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Los Piratas de la Radio (The Boat That Rocked - 2009)


El director y guionista británico Richard Curtis ha sido el responsable de crear las comedias románticas británicas más exitosas y recordadas de los años '90 y de esta década. Títulos como Cuatro Bodas y un Funeral (Four Weddings and a Funeral, 1994), Notting Hill (1999), Bridget Jones (2001/2004) y mi preferida, Realmente Amor (Love Actually, 2003) han sabido ganarse la simpatía del público en general con una fórmula que ha tenido mucho éxito: juntar actores británicos (y algunos americanos, desde luego) de renombre, integrar muchas historias paralelas con una temática (por lo general, el amor) y ciertas dosis de comedia que han hecho pasar gratos momentos al espectador. Debo confesar que este tipo de películas no encajan mucho con mi perfil, pero cuando las vi, realmente me agradaron.
Con Los Piratas de la Radio, Curtis se pone de nuevo al frente de un proyecto como director y guonista, algo que no hacía desde la mencionada Realmente Amor, que había sido su debut como director, precisamente. En este caso, recurre a la misma fórmula con una historia ambientada en el año 1966, donde se cuenta las vivencias de un grupo de gente que monta una radio ilegal en un barco anclado en el mar para transmitir música pop y rock las 24 horas del día para todo el Reino Unido. En su camino tendrán millones de trabas (y seguidores) ya que algunos miembros del gobierno persiguen a la radio para censurarla, ya que no creen que aporten algo al patrimonio cultural de la sociedad inglesa.
Curtis logra montar un espectáculo divertido, apoyándose en las actuaciones de dos actores a los cuales yo les tengo muy buena consideración, como Bill Nighy (siempre solvente en sus papeles) y Philip Seymour Hoffman (siempre sorprendente), y en un muy buen soundtrack con música de época (amantes de The Hollies, Janis Joplin y demás, agradecidos).
A pesar de lo antes mencionado, y de algunos papeles que resultan simpáticos y pintorescos (tal es el caso de Nick Frost, colaborador frecuente en los films de Curtis), esta película no logra estar a la altura de los anteriores trabajos del director. Hay una sensación general de que algo le falta a la película, y no sabría decir bien qué. Es comprensible cuando uno se entera de que sufrió varios cortes (la versión original duraba casi 3 horas) ya que el estudio consideraba que era excesivamente larga para la temática que trataba. Esto pudo atentar contra el desarrollo de los personajes, que tan bien había sabido ensamblar en Realmente Amor. Quizás la respuesta más inmediata que se me puede ocurrir es que carece de la magia que los otros films tenían.
En líneas generales la película no decepciona, pero los que disfrutamos sus trabajos anteriores nos vamos a sentir incompletos.

Conclusión: una película pasatista, con buenos momentos y buena música, nada más.

ORIGEN: Reino Unido/USA/Francia
DIRECTOR: Richard Curtis
INTÉRPRETES: Philip Seymour Hoffman, Bill Nighy, Nick Frost
DURACIÓN: 135 minutos

CALIFICACIÓN: BUENA

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Clásicos del Cine: Volver al Futuro (1985)


¿Se puede hablar de "clásico del cine" aun cuando una película no cumplió un cuarto de siglo? Desde luego que sí. Volver al Futuro. ¿Quién no escuchó hablar de ella? ¿Quién no recuerda sus escenas más memorables, o sus diálogos? ¿Quién puede olvidarse de Michael Fox llamándolo Dac al Doc Brown? ¿O del hermoso e inalcanzable DeLorean?
Volver al Futuro es una película que marcó varias generaciones. En especial a los nacidos en los '70 y '80. Se pudo ver de todas formas: en el cine, cuando se estrenó allá por la Navidad del '85 (no tienen idea de cuánto los envidio, muchachos), en el ahora difunto pero inolvidable VHS, o en la tele, en una de esas tantas maratones Volveralfuturescas de Canal 13 en el marco del "Cine Shampoo", "El Peliculón" o "El Mundo del Espectáculo" (¿se acuerdan? hace no mucho daban películas por Canal 13 los días de semana, en horario central... ¿qué pasó? Ya sé, no contesten.)

La película en sí tiene una historia muy particular. Pero no voy a hablar de su argumento, sino de por qué la película estaba destinada a quedar en la historia.

Hay dos personas responsables por este film. Robert Zemeckis y Bob Gale. Este último bromeaba sobre si hubiera sido amigo de su padre si hubieran ido juntos a la secundaria, lo cual los llevó a escribir el guión. Esto sucedió en 1980. Le hicieron varios agregados, como por ejemplo, el caso de su madre, que juraba haber mantenido una conducta respetable en sus años escolares cuando en realidad había sucedido todo lo contrario. Este guión fue rechazado por varios estudios, ya que lo consideraban demasiado "light" para la época, que había sido convulsionada por comedias orientadas al público adulto como Porky's. Algunos peces gordos de los estudios les sugirieron a Zemeckis y Gale que llevaran ese guión a Disney, lo cual hicieron, pero fueron rechazados también porque Disney consideraba que "una madre que se enamora de su hijo no es apropiado para un público infantil".

Recién en el año 1984, y gracias a que Zemeckis se volvió famoso y exitoso gracias al hit taquillero En Busca de la Esmeralda Perdida (aquella película con Michael Douglas, Kathleen Turner y Danny De Vito), Steven Spielberg (siempre en el lugar preciso, Steven) decidió asociarse y darle luz verde al proyecto.

Sin embargo, en el camino se produjeron algunos cambios sustanciales. La primera elección para el personaje Marty McFly era Michael Fox, pero como por entonces estaba ocupado con la exitosa serie Lazos de Familia, debió hacer a un lado al proyecto. Zemeckis eligió en su reemplazo a un actor llamado Eric Stoltz, que no es muy conocido para el público argentino. Pero cuando ya habían transcurrido cuatro semanas de filmación, Zemeckis se dio cuenta de que no había sido la elección correcta. Stoltz era un buen actor, pero un buen actor de drama, y le faltaba la capacidad humorística y carisma de Michael Fox. Zemeckis y Spielberg debatieron sobre esto, en especial porque volver a filmar todo costaría 3 millones de dólares más (el presupuesto inicial era de 14 millones) y la fecha de estreno debería correrse. A pesar de todo, decidieron cambiar.

Michael Fox finalmente aceptó. Cuenta la historia de que las jornadas de grabación eran extremadamente agotadoras, ya que durante el día Fox debía filmar la serie y recién estaba disponible para Volver al Futuro a las 18 horas, lo que lo llevaba a filmar hasta bien entrada la madrugada. Los viernes, la jornada de grabación se extendía hasta las 7 de la mañana, y todo lo que fuera exteriores se filmaba nada más que los fines de semana. La filmación duró 100 días, y terminó el 20 de abril de 1985.

Como la fecha de estreno se acercaba cada vez más, los editores trabajaban las 24 horas. Después de un testeo de audiencias que fue extremadamente positivo, Zemeckis decidió que la película ya estaba terminada. Y pensar que antes del corte final, casi elimina la memorable escena donde Marty McFly toca "Johnny B. Goode" porque creía que no aportaba nada a la historia. Por suerte, la respuesta del público hizo que cambiara de idea.

A pesar de todo, cuando llegó el momento del estreno, Zemeckis temía que la película fuera un fracaso. Esto se debía a que Fox tenía que cumplir con una obligación contractual de la serie Lazos de Familia en Londres y no estaba disponible para hacer la promoción de la película, y a que el estudio (Universal Pictures) no tuvo mejor idea que promocionarla con la premisa de "¿Me estás diciendo que mi madre se excita conmigo?".

Pero fue un gran éxito, recaudando más de 380 millones de dólares mundialmente.

El resto es historia conocida. Que hubo dos secuelas, que convirtió a Zemeckis en un director de primera línea... y que Volver al Futuro va a estar en nuestros corazones por siempre.


miércoles, 4 de noviembre de 2009

Desastres cinematográficos: Las Aventuras de Pluto Nash (2002)


Si de desastres cinematográficos hablamos, Eddie Murphy se anota. Les aseguro que sí. Tengo algo personal en contra suyo, a pesar de que me gustó Un Detective Suelto en Hollywood (1984), la cual veía con cierta frecuencia cuando era chico. Me agradaba. Pero con el correr de los años me cansé de ver a este señor en esa postura de "negro-sexy-que-me-llevo-al-mundo-por-delante-y-soy-muy-vivo" que empezó a mostrar en sus películas de finales de los '80 y los '90. Sin embargo, Hollywood siguió apostando por Eddie Murphy creyéndolo una figura convocante y taquillera. Les habrá funcionado más de una vez, pero todo se termina. Nos tuvimos que comer insufribles bodrios cargados de humor escatológico berreta que tanto les gusta a los estadounidenses, como El Profesor Chiflado (1996) y Dr. Dolittle (1998).
Y las películas de este señor se seguían produciendo, y estrenando...
Hasta que en el 2002 sucedió algo que se podía prever desde hacía mucho tiempo: un GRAN fracaso cinematográfico. Y quizás la película que mejor lo represente fue Las Aventuras de Pluto Nash (2002).
Algo de data interesante:

* Presupuesto de 100 millones de dólares.
* Recaudación de poco más de 7 millones de dólares mundialmente (pérdida absoluta).
* La película empezó a producirse en los años '80, pero permaneció congelada hasta el año 2000. (la hubieran dejado en el freezer, muchachos!!!)
* Fue filmada en el año 2000, pero cajoneada hasta el año 2002. (háganse cargo de la criatura, gente!!!)

Una vez estrenada, fue despedazada e incinerada por la crítica. El público no respondió en lo absoluto (excepto por los kamikazes que contribuyeron a recuperar un vuelto), y fue criticada por las actuaciones, diálogo sin sentido, falta de humor, y pésimos efectos especiales, a pesar del gran presupuesto (caso contrario con este mismo presupuesto se hizo esa maravilla revolucionaria que fue Terminator 2).

El muy caradura de Murphy, en las entrevistas posteriores se burlaba de la película diciendo que había "dos o tres personas a las que le había gustado".
Actualmente, esta película mantiene en su poder el triste récord de ser la película que mayor pérdida causó en la historia del cine.

Pero ojo, que esto no terminó acá: siguieron apostando a Eddie Murphy y nos entregarían años después Norbit (2007) y Tripulación Dave (2008) que fueron... ¿Adivinen?... ¡FRACASOS!

Todavía hay kamikazes sueltos, de eso no queda ninguna duda.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Loft (2008)


Nos vamos de nuevo a Bélgica. Y volvemos a hablar de una película de Erik Van Looy. Este director belga ya me había causado una muy buena impresión con su anterior trabajo, La Memoria del Asesino (De Zaak Alzheimer, 2003), y cuando me enteré de que el año pasado había estrenado una nueva película llamada Loft, mis deseos de verla fueron creciendo de la mano de las expectativas que yo tenía de ella. Por lo que podía leer en blogs de cine y algunas páginas que hablaban de la película, se trataba de la película más exitosa de la historia de Bélgica. La premisa: cinco amigos casados comparten en secreto un Loft donde llevan a sus amantes. Un día aparece un cadáver en la cama. Sólo hay cinco llaves, así que las sospechas entre ellos crecen, revelando secretos ocultos y cosas que no son como parecen.
Mucho me costó conseguirla, ya que no se estrenará en cine en nuestro país. Y no me defraudó. Es un thriller que me atrapó de principio a fin, y cada minuto no tiene desperdicio. El suspenso crece minuto a minuto, y cuando sospechamos quién puede ser el asesino, nos equivocamos una y otra vez, ya que siempre hay una vuelta de tuerca que hasta el final no permite determinar quién cometió realmente el asesinato. Los cinco personajes están muy bien representados, y cada uno tiene características propias que hacen que nos parezcan tanto sospechosos como inocentes: está el serio, preocupado por salvar al mundo pero mientras su matrimonio se desmorona; el mujeriego del grupo; el cocainómano con pasado turbio; el introvertido; y el cómico pero a la vez torpe.
El director hizo un excelente trabajo. Mientras vamos viendo cómo los amigos tratan de descubrir qué sucedió y tratan de que quien lo hizo confiese, se van mechando imágenes del interrogatorio llevado a cabo por los investigadores, así como también los flashbacks (un recurso siempre efectivo si se lo usa con la maestría con la que lo hizo Van Looy) que nos muestran las situaciones personales que los llevó a cada uno a la posición en la que se encuentran en el momento del decubrimiento del cuerpo.
La fotografía es impecable, utilizando la iluminación y los distintos matices verdes que ya había utilizado muy bien en su film anterior.
Hacía rato que no veía una película tan buena, que superara mis expectativas, y Loft me demuestra que más allá de Hollywood hay un cine excelente y además talento.

Conclusión: una excelente película que nos mantiene en vilo hasta el último minuto, y debería ser top 5 de cualquier lista de películas de suspenso. Imperdible.

ORIGEN: Bélgica
DIRECTOR: Erik Van Looy
INTÉRPRETES: Koen De Bouw, Filip Peeters, Jan Decleir
DURACIÓN: 118 minutos

CALIFICACIÓN: Excelente